Lecciones de la Historia Naval

El Pailebote Sacramento, Primera Unidad de la Escuadra Peruana

CAPITÁN DE NAVÍO JOHN RODRÍGUEZ ASTI

REVISTA DE MARINA | N° 1-2021

INTRODUCCIÓN:

El pailebote Sacramento, buque dedicado al transporte de correo, caudales y pasajeros, zarpó del Callao el 10 de marzo de 1821 y, luego de efectuar una recalada en la caleta de Negritos, continuó su navegación hacia Panamá. En la noche del 17, navegando a la altura de Máncora, fue capturado por los hermanos Victoriano y Andrés Cárcamo, en una acción que tomó por sorpresa a su capitán, tripulantes y pasajeros. Con su entrega posterior a las autoridades patriotas en Paita, se convirtió en el primer buque en donde flameó la bandera del Perú independiente, y se constituyó también en la primera unidad de la futura Escuadra Peruana.

El Sacramento, un pailebote correo

El Sacramento era un pailebote correo que prestaba servicios a la Administración General de Correos de Lima, que usualmente se dedicaba a cubrir la ruta Callao-Panamá.

Para la época, la denominación de pailebote era dada a aquellos barcos veleros de dimensiones reducidas, aparejados como goletas de dos palos, con dos cangrejas, dos escandalosas, tres o cuatro foques, redonda y velacho volante, sin gavias y con líneas generalmente muy afinadas1 . El término “pailebote” se derivaba del inglés pilot’s boat y originalmente era aplicado a goletas pequeñas, pero luego se extendió a las de mayor tamaño que no tenían gavias. Este tipo de nave generalmente era empleada para transporte de pasajeros y de correspondencia oficial.

Pese a que no era una nave de la Real Armada, contaba como medio de defensa dos cañones pedreros de pequeño calibre. Su dotación se hallaba conformada por un Capitán, un primer piloto, un contramaestre, un guardián y carpintero, y nueve marineros, dos grumetes y un cocinero.
Pese a que no era una nave de la Real Armada, contaba como medio de defensa dos cañones pedreros de pequeño calibre. Su dotación se hallaba conformada por un Capitán, un primer piloto, un contramaestre, un guardián y carpintero, y nueve marineros, dos grumetes y un cocinero.

Los planes para capturar al pailebote Sacramento

Luego del arribo de la Expedición Libertadora en septiembre de 1820, buena parte de los departamentos del norte peruano se habían plegado a la causa independentista. Lambayeque proclamó su independencia el 27 de diciembre, mientras que Trujillo hizo lo propio dos días después. En el caso de Piura, esta ciudad se pronunció a favor de la independencia el 4 de enero de 1821, seguido por el pueblo de Paita el 14 del mismo mes.
Para febrero, el Libertador San Martín tenía el control de la costa norte del Perú, y el día 12 firmó en su cuartel general de Huaura el “Reglamento Provisional de Huaura”, que, en sus 20 artículos, establecía las bases políticas del Perú que comenzaba a ser independiente. Este documento establecía una nueva división territorial en las antiguas intendencias virreinales que estaban bajo protección del Ejército Libertador, que para el momento eran Trujillo, Tarma, Huaylas y la costa. Asimismo, determinaba las bases jurídicas que regirían en dichos territorios, al reorganizar la estructura política y militar de cada departamento y nombrar luego a sus respectivas autoridades. De esta manera, se crearon los cargos de presidentes para cada departamento, de gobernador para cada partido y de teniente gobernador para cada pueblo.
En virtud de lo anterior, dentro del departamento de Trujillo, cuyo presidente era José Bernardo de Tagle, se hallaba el partido de Piura, que incluía en su jurisdicción al puerto de Paita. Para desempeñar el cargo de gobernador de ese partido había sido designado Miguel Seminario, mientras que el Mayor Félix Olazábal fue nombrado Comandante Militar de dicho partido. En el caso de Paita, el cargo de Comandante Militar de la plaza y del puerto había sido asumido por el Capitán de la Sexta Compañía de Blancos de Milicias disciplinadas de Piura Francisco Frías.
De acuerdo con un documento fechado en Piura el 21 de febrero de 1821, dirigido a José Bernardo de Tagle en su condición de Presidente de Trujillo y Comandante General de la Costa, el Mayor Félix Olazábal le informaba acerca de que tenía noticias de la próxima llegada del pailebote Sacramento al puerto de Paita, procedente del Callao, conduciendo Oficiales del Rey, por lo que había dispuesto el envío a ese puerto de una partida de 40 soldados al mando del Capitán -aramillo a fin de apresarlo.
Pese a estos preparativos, la captura del Sacramento sería llevada a cabo por sus propios tripulantes liderados por los hermanos Victoriano y Andrés Cárcamo.

El Sacramento y su zarpe del Callao hacia el norte

El pailebote correo Sacramento, como ya se ha mencionado, usualmente era empleado en la ruta Callao-Panamá, y su último viaje lo había concluido el día 22 de enero de 1821 al arribar al puerto del Callao. En el siguiente viaje planificado para marzo, el buque fue sometido a carena y reparaciones.
Una vez concluidos los trabajos a bordo, el administrador general de correos de Lima, Félix La Rosa, impartió instrucciones con fecha 9 de marzo de 1821 al Capitán y Maestre del Sacramento, Miguel Gamón, y dispuso que el pailebote bajo su mando debía dar vela hacia Panamá con los pasajeros y carga que se consignaban en una nota adjunta a dichas instrucciones.
El pailebote correo Sacramento, como ya se ha mencionado, usualmente era empleado en la ruta Callao-Panamá, y su último viaje lo había concluido el día 22 de enero de 1821 al arribar al puerto del Callao. En el siguiente viaje planificado para marzo, el buque fue sometido a carena y reparaciones.
En aquel documento se especificaba que “en el caso de que en aquella ciudad hubiese ocurrido algún inesperado acontecimiento y se halla por desgracia sustraída de la legítima autoridad y dominación española, va prevenido dicho Capitán para que procure tomar ese puerto o algún otro de los de esa costa”5. Asimismo, en caso se presentarse algún incidente durante su travesía, se había destacado a bordo a tres soldados para el socorro respectivo.
Adicionalmente, en las instrucciones se mencionaba que “el buque ha sido carenado en esta bahía [el Callao] con la posible prolijidad y esmero, a costa de crecidos sacrificios, y sale en un completo estado marinero. Sin embargo, aún necesita surtirse de un nuevo juego de velas menores, de que V. lo proveerá en esa [Panamá], de un brin de la mejor calidad correspondiente y con la posible economía”.
El equipaje que transportaba el Sacramento estaba conformado por un total de 16 pasajeros más ocho criados, y entre ellos se hallaba el Teniente Coronel Juan de la Cruz Cortínez, natural de Caracas, quien hasta hacía poco había estado destacado en los castillos del Callao a órdenes del Brigadier Rodil. La carga que transportaba se conformada por tres cajones y un zurroncito (bolsa de cuero) con dinero, dos tercios (bultos) con 50 petates cada uno y un lío (atado) con cuatro docenas de jeringas, toda ella destinada a particulares, así como y correspondencia oficial.
De acuerdo con lo previsto, el Sacramento dio a la vela el 10 de marzo con rumbo norte y debió efectuar una escala en Paita. Sin embargo, el día 17, cuando se hallaban próximos a arribar a este primer destino, debido a ciertas sospechas referidas a que los pobladores de dicho puerto se habían plegado a la causa independentista, el Capitán Gamón determinó efectuar una recalada previa en Talara a fin de informarse sobre la situación del lugar. Fue entonces cuando, a través de un balsero, se tomó conocimiento de que Paita se había pronunciado a favor de la independencia y que allí se planeaba capturar a su nave. La noticia determinó que el funcionario de correos Agustín Navarrete, quien portaba correspondencia oficial, fuese desembarcado en Negritos junto a seis pasajeros8. Pese a estas previsiones, Navarrete no pudo poner a salvo la correspondencia oficial que portaba, puesto que fue capturado al día siguiente por el Comandante Francisco Frías, quien lo entregó al Mayor Félix Olazábal en Piura.

La captura

Luego de haber dejado Negritos y descartada la posibilidad de recalar en Paita, el Sacramento reinició su derrota hacia Panamá. Horas más tarde, hacia eso de las 11 de la noche del mismo 17, en circunstancias en que el buque navegaba alejado varias millas hacia el norte, de manera repentina el Contramaestre del Sacramento Victoriano Cárcamo, secundado por su hermano Andrés, quien se desempeñaba como carpintero y guardián a bordo, en una acción coordinada con otros siete tripulantes, al grito de “Viva el Perú”, iniciaron un motín a bordo y exigieron la rendición de la nave al Capitán y a sus tripulantes.

De acuerdo con la versión que nos brinda el historiador José Valdizán, solamente hallaron alguna resistencia por parte de dos de los pasajeros, el teniente coronel Juan de la Cruz Cortínez y el teniente de Fragata de la Real Armada Manuel Quesada, quienes fueron heridos por el Contramaestre del Buque antes de ser reducidos. Luego de ello, el Capitán Miguel Gamón, el Primer Piloto Antonio Felachea y todos los pasajeros fueron confinados en el castillo de la nave.

Una vez asegurado el control del Sacramento, los captores determinaron invertir el rumbo para dirigirse hacia Paita, y para ello, por pedido expreso de Victoriano Cárcamo, el Capitán Miguel Gamón aceptó reasumir el gobierno de su buque y dirigirlo hacia su nuevo destino.
El arribo a Paita del Sacramento ocurrió aproximadamente a las 10 de la noche del 21 de marzo y procedió a fondear en la bahía. Luego, Victoriano Cárcamo envió a su hermano Andrés acompañado por el escribano del buque, José María Delgado, a la casa del comandante Militar del Puerto, Capitán Francisco Frías, a fin de solicitarle permiso para ingresar a puerto e informarle que la nave había sido “apresada por ellos a nombre de la Patria”. Posteriormente, el comandante Frías, acompañado por el Juez de Marina Manuel Otoya, el alcalde de Paita Miguel Pizarro, el administrador de correos Vicente Castañeda, el Oficial Mayor de la Aduana Manuel Reyes y 13 hombres armados, abordaron cuatro lanchas y se dirigieron hacia el Sacramento, en donde fueron “recibidos con vítores por los Oficiales y marineros de dicho buque”.
Concluida la inspección a eso de las 12 de la noche, los pasajeros, incluyendo al teniente coronel Cortínez, fueron desembarcados en una de las lanchas y llevados a tierra. Luego, el comandante Frías mandó repicar las campanas del pueblo y prorrumpió con todo el puerto los vítores que merecía la captura del pailebote Sacramento.

Esta acción fue repetida a las 6 de la mañana del día 22, cuando el Comandante Frías “mandó tremolar su bandera en tierra con una salva de camaretazos y repique de campanas, a la que contestó el pailebote Sacramento con todos los demás buques que había en el puerto, fijando todos su bandera a la Patria”.

La entrega del Sacramento a San Martín

Conocida la captura del Sacramento a cargo de los Cárcamo a través de una comunicación efectuada por el Mayor Félix Olazábal al Presidente de Trujillo José Bernardo de Tagle, este último hizo lo propio informando a San Martín sobre este acaecimiento, y entonces el Libertador, desde su cuartel general en Huaura, dispuso el 11 de abril que el pailebote viajase inmediatamente al puerto de Huacho, tocando antes en el de Huanchaco por si hubiese algunos efectos que traer a bordo.
En cumplimiento a la orden, Torre Tagle dispuso el alistamiento a la mayor brevedad para que el buque zarpase a su destino. Aunque no se conoce una fecha cierta, el Sacramento zarpó de Paita hacia el sur, a fin de ser entregado al Libertador San Martín por Victoriano Cárcamo. Hay autores como Valdizán que indican que dicha entrega se llevó a cabo en el puerto de Supe, mientras que el historiador Fernando Romero nos indica que el Sacramento fue puesto a órdenes de San Martín cuando este se hallaba en Huacho.
Lo cierto es que, independientemente del lugar en el cual San Martín recibió el buque, tal entrega debió haberse efectuado antes del 6 de julio de 1821, puesto que se sabe que en la fecha el Libertador, en su condición de Capitán General de la Expedición Libertadora, suscribió un documento dirigido al ayuntamiento de Lima, firmándolo “a bordo de la goleta Sacramento, en la bahía del Callao”15. Por otro lado, fue a bordo de esta nave que San Martín arribó al Callao para desembarcar el 10 y hacer su entrada a Lima para proclamar la independencia.

El Sacramento al servicio de la Armada Peruana

Luego de ser entregado a las fuerzas libertarias, el mando del Sacramento fue encomendado al marino de origen británico Joseph Wickham, y fue dotado por 36 tripulantes y armado con un cañón cuyo calibre desconocemos. Con ello, este buque se constituyó en la primera unidad de la futura Escuadra Peruana. Cabe señalar que Wickham había sido incorporado como Teniente Segundo a la Armada Peruana mediante orden protectoral del 4 de octubre de 182117. Tres días después, el 7, el Protector San Martín, decretó que el Sacramento fuese rebautizado Castelli “en recuerdo de la memoria de los que hicieron los primeros esfuerzos para librar al Perú”18, nombre dado como un homenaje al político argentino Juan José Castelli, integrante de la primera Junta de Gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Dentro de sus primeras actividades, el Castelli y los bergantines Belgrano y Balcarce partieron hacia el sur el 15 de noviembre, con la misión de llevar a cabo el bloqueo de los puertos del sur comprendidos entre Pisco y Cobija.
Según Fernando Romero, la Castelli, siempre al mando de Wickham, a fines de 1821 capturó en las inmediaciones de Huacho a la goleta Macedonia, “apresada por contravenir prescripciones de aduana”19. Esta nave fue incorporada a la Armada, luego del proceso judicial respectivo. Acerca de las actividades del Castelli en 1822, continuó integrando las fuerzas navales encargadas de mantener en bloqueo sobre la costa sur, esta vez en apoyo a la primera campaña a puertos intermedios. Como parte de sus actividades, sabemos que el 28 de junio de aquel año el teniente Wickham informó sobre la presencia de la fragata Cantón y los bergantines Perla y Sera en inmediaciones de Arica efectuando actividades de contrabando. Por ese motivo, intervino a la primera y le efectuó disparos para impedir que desembarcase sus efectos.
Año siguiente, de conformidad con el nuevo bloqueo decretado el 5 de marzo por el Gobierno sobre los puertos del sur, una división naval integrada por la fragata Protector, la corbeta Limeña y la goleta Castelli zarparon del Callao el 4 de abril a órdenes del Contralmirante Martín Jorge Guise, a fin de velar el cumplimiento de la medida gubernamental. El 17 de aquel mes, al llegar estas naves al puerto de Pisco, tomaron noticia que unos españoles se habían sublevado en la goleta O’Higgins y en el bergantín San Francisco de Paula, y los llevaron a la caleta Lagunas, en donde se creía se habían combinado con tropas realistas para efectuar un desembarco. Ante ello, Guise dispuso que la corbeta Limeña y la goleta Castelli efectuasen su búsqueda. Hallaron a ambas naves averiadas: el bergantín incendiado y la goleta varada, y remitieron esta última al Callao como “legítima presa”.
Año siguiente, de conformidad con el nuevo bloqueo decretado el 5 de marzo por el Gobierno sobre los puertos del sur, una división naval integrada por la fragata Protector, la corbeta Limeña y la goleta Castelli zarparon del Callao el 4 de abril a órdenes del Contralmirante Martín Jorge Guise, a fin de velar el cumplimiento de la medida gubernamental. El 17 de aquel mes, al llegar estas naves al puerto de Pisco, tomaron noticia que unos españoles se habían sublevado en la goleta O’Higgins y en el bergantín San Francisco de Paula, y los llevaron a la caleta Lagunas, en donde se creía se habían combinado con tropas realistas para efectuar un desembarco. Ante ello, Guise dispuso que la corbeta Limeña y la goleta Castelli efectuasen su búsqueda. Hallaron a ambas naves averiadas: el bergantín incendiado y la goleta varada, y remitieron esta última al Callao como “legítima presa”.
Un mes después, en circunstancias en que la goleta Castelli efectuaba en las sur acciones para mantener el bloqueo establecido por el Gobierno, detuvo el 20 de mayo, en inmediaciones de Arica, a los buques mercantes ingleses Lady Frances, Resignation y Bristol. Luego de conducirlos a dicho puerto a fin de ser registrados, se les comunicó a sus Capitanes la prohibición existente para ingresar a cualquier puerto de la costa sur del Perú.

En junio la Castelli continuó con sus labores de vigilancia en inmediaciones de Arica y el 8 encontró al bergantín Víbora saliendo de dicho puerto. La nave peruana lo intimó a detenerse, pero el Víbora logró huir hacia el morro de Sama y retornó cuatro días después hacia Arica, en donde finalmente fue detenido. De allí fue apresado y remitido en compañía de la Castelli hacia el Callao

La última información conocida de esta nave es la que aparece en un oficio fechado en Arica el 27 de octubre de 1823, que dirige el Contralmirante Guise como Comandante General de la Marina al Ministro de Guerra y Marina, en el que le indica que “la goleta Sacramento creo que ha naufragado en su navegación del Callao para esta costa, pues hace mucho tiempo que no tengo de ella la menor noticia.” Sobre este último punto, el historiador Rosendo Melo indica que “el Capitán J. Esmond salió tres años después de Iquique con la goleta Castelli, (a) Sacramento y no hubo noticia posterior suya”.

Comentarios finales

La captura del pailebote Sacramento el 17 de marzo de 1821 tiene un doble significado. Fue la primera nave en enarbolar la bandera del Perú independiente, y también la primera unidad de su Escuadra.
Una vez incorporado a las fuerzas navales peruanas, el buque fue artillado con un cañón, y pese a que su valor militar era relativo, tuvo un fructífero desempeño durante los tres años de servicio bajo el Pabellón Nacional, en los que su dotación cumplió a cabalidad con la misión encomendada, contribuyendo con ello a forjar la tradición de vocación y servicio de los marinos peruanos.
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• AHM. Elementos operacionales. Serie Buques. Pailebote Sacramento, 1822. Caja S1, sobre S7. f. 1.
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