Lecturas

Recomendación del Director

Viaje de Instrucción al Litoral (VILITA) 2019

Contralmirante (r) Jorge Luis Pedro Díaz Nieri

RESUMEN:

El autor relata su maravillosa experiencia en el verano de 2019 al sur del Mar de Grau, en los puertos de Ilo, Matarani y Pisco, a bordo del BAP Pisco, como acompañante del viaje de instrucción de los alumnos de tercer año del CITEN. En el verano de 2020 repetiría esta aventura, esta vez al norte, en el puerto de Salaverry y la ciudad de Trujillo.

INTRODUCCIÓN:

Del 23 de enero al 4 de febrero de 2019, el Alto Mando Naval me brindó la oportunidad de embarcarme a bordo del BAP Pisco, ATM 156, buque auxiliar multipropósito de reciente construcción por el SIMA Perú, acompañando académicamente a los alumnos de tercer año del CITEN en su Viaje de Instrucción al Litoral (VILITA) 2019, al sur del Mar de Grau. Visitamos los puertos de Ilo (Moquegua), Matarani (Arequipa) y Pisco (Ica).

Ya a bordo del BAP Pisco y durante la travesía, al estar en mi camarote, en mi litera, al dormir al son de mar, al sentir el olor a buque, la cercanía del mar, el viento caliente al impactar en mi rostro, el suave vibrar de las máquinas, el escuchar la cadena del ancla al fondear y levar anclas, al amarrar y zarpar del puerto, las órdenes dadas con toques de pito, los ejercicios de zafarrancho, las pruebas de material al disparar la artillería de .5”, ocupar los puestos de maniobra, ver el ocaso en el mar y las noches estrelladas, todo eso era estar en mi esencia de marino.

Apreciar el dominio del comandante al maniobrar su buque tan marinero, al segundo comandante como jefe de cámara, el profesionalismo y camaradería de la tripulación y en la cámara de oficiales respetar nuestras tradiciones navales, usos y costumbres antiguos, la versatilidad de la unidad “comandante – dotación – buque”. En adición, observar a los excelentes alumnos en sus prácticas preprofesionales y de francos en cada puerto, con su impecable uniforme de verano blanco, y la divertida velada ofrecida al retorno del Callao. El punto final resaltante, la visita y palabras de nuestro COMGEMAR a bordo del buque. Todo constituye una magnífica experiencia naval y marinera.

Genial itinerario con visitas de autoridades y viejos amigos en cada puerto y ofrendas florales tradicionales. En Ilo compré las exquisitas aceitunas negras y verdes, quesos y aceite de oliva; almorcé una extraordinaria primera parihuela con su cangrejo más. En Matarani, visité Mollendo, donde nació mi abuela materna, doña Melchora Torreblanca, bautizada así al nacer el 6 de enero de 1904, y almorcé una segunda extraordinaria parihuela con su respectivo cangrejo más, y de postre queso helado. En Mejía también se cultivan excelentes olivos, compré más aceitunas negras y verdes. Tuvimos una “tarde-noche” de paella espectacular con vino tinto. El arte culinario

lo puso el capitán de navío (r) Jorge Cárdenas, amigo mío y par CAS en el CITEN. En Paracas apreciamos el magnífico y ancestral Candelabro, incluido en la simbología del BAP Pisco. Por supuesto, mi tercer almuerzo en puerto, otra parihuela con harto pescado, conchas y mariscos, pero ¡sin cangrejo!

Que agradable sensación, mezcla de nostalgias y recuerdos vivos. Soy marino hasta la médula, me siento muy marino, y recordar es volver a vivir. No me embarcaba desde 1999 como comandante del BAP Villavicencio (fragata misilera, FM52) y he disfrutado plenamente este embarque. ¿Sí pueden entenderme, verdad? En adición, como cada día, me medía el nivel de glucosa y la presión, y estaban en su mejor momento desde hace mucho tiempo. Debió de ser por la felicidad de navegar y visitar nuestros puertos.

El mar es la gran esencia del marino, es el maestro, que merece respeto, no temor, y permite reflexionar y templar el carácter. Muchas gracias, Marina de Guerra. Muchas gracias, IESTPN CITEN. Muchas gracias, BAP Pisco.

Facebook
Twitter
YouTube
Instagram